Recopilación de las columnas publicadas en los últimos años en diferentes medios

Thursday, January 11, 2007

Pimba! - verano 2007 Ed. Lúdica

LÚDICA OBSERVACIÓN

Para comenzar el verano, y en muchos casos la licencia, hay que buscar algún juego o actividad recreativa para llenar los ratos de ocio. Y para paliar la ausencia de crucigramas en esta publicación, sugiero para matar las horas desarrollar una actividad interesante, por lo menos desde un punto de vista antropológico: la observación.

La playa del barco de La Pedrera es el lugar recomendado para recrearse la vista gracias a su fauna variopinta, particularmente el próximo 6 de enero, día de la Vox Pop, que también coincide con el festival de cortos de este mismo balneario.
Allí podrán ver a los hippie–chic (o chetos rústicos) que tanto gustan de las playas oceánicas. Algunos de ellos/as con una onda más deportiva, luciendo sus cuerpos atléticos en la orilla o aquellos más intelectuales que se camuflan tras un libro (aunque este sea el único uso que le den); los cinéfilos que los hay de varios tipos, desde el freak de piel lechosa hasta los más glamorosos, provenientes de la publicidad, pero que igualmente gustan exhibirse en éste ámbito; combinados con la marabunta de gente que se acerca a la zona con motivo de la Vox. A su vez, este contingente incluye perfiles rocanroleros, electrónicos e incluso algunos planchas.
Así esta variedad puede ser observada mientras se apiñan en la playa – mezclados con quienes no se sienten parte de ninguna de estas categorías y se autodenominan “normales”- bregando por las últimas cervezas frías, helados y cualquier tipo de bebida, que amenazan acabarse antes de las 7 de la tarde.

Para el feliz ejercicio de la observación lo más aconsejable es apostarse en alguno de los chiringos de la playa o en una duna que permita otear a gusto. También se recomienda estar provisto de alguna hierba psico-activa para poder abstraerse lo suficiente de la vorágine. Igualmente, es posible disfrutar este tipo de entretenimiento en cualquier playa, boliche, fogón, rambla, e incluso en el mismo lugar donde recogió esta revista para ojear, aunque con especimenes de características acordes a la situación. Solo es imprescindible encontrar donde ubicarse (de la forma más discreta posible para no amedrentar a quienes serán tu objeto de estudio) y observar los grupos, interpretar los gestos de cada uno de los integrantes y, eventualmente, oír algunas conversaciones, y a partir de esto jugar a reconstruir la situación en la que se encuentran, como llegaron ahí e incluso tratar de componer una biografía de esos personajes. Donde nació, que tipo de educación tuvo, como es su familia, qué auto tiene, etc. Usualmente el objetivo es identificar el caso con la mayor precisión, pero también es muy frecuente forzar la coherencia de los personajes con los elementos más absurdos. Otra alternativa es anotar frases sueltas que se escuchen de diferentes conversaciones y luego reconstruir una charla extravagante. Una suerte de “carta rusa”, pero para ello es conveniente contar con otra persona.

Es importante tener en cuenta que, una vez dentro de cualquiera de estos ámbitos públicos, posiblemente sea usted también blanco de la observación de otro individuo que esté abocado a la misma práctica.