Recopilación de las columnas publicadas en los últimos años en diferentes medios

Sunday, August 26, 2012

La República 27 de agosto de 2011


MILLONARIOS GENEROSOS


Hace unos días el multimillonario Warren Buffett, en un artículo publicado en el New York Times, pedía al presidente Obama que “dejen de mimar a los superricos” argumentando que por ejemplo a él se le aplicaba una deducción por concepto impositivo de poco más de un 17% cuando a un empleado promedio se le deduce un 36%.  Resulta sorprendente una declaración así proveniente de un magnate, aunque este señor también es reconocido por su filantropía, claro que no parece tan difícil ser generoso cuando se tiene un patrimonio estimado de U$S 52 mil millones –el PBI anual de Uruguay ronda los 40 mil millones- pero digamos que en cualquier caso no es a lo que nos tienen acostumbrados estos señores. Pero por suerte parece ser contagioso porque poco después 16 de los hombres y mujeres más ricos de Francia enviaron una carta a Sarkozy pidiendo más impuestos para ellos y así poner el hombro a la crisis que están viviendo en ese país.
Lo que resulta más sorprendente es que tengan que ser estos afortunados empresarios los que reclamen a los gobiernos por algo que debía surgir de ellos (o del sentido común). En cambio los políticos en épocas de crisis prefieren enfrascarse siempre el mismo debate a la hora de reducir la deuda: los conservadores se inclinan por reducir el gasto social -justo en el momento que más se necesita- a costa de no subir los impuestos, principalmente a sus eternos protegidos, los más privilegiados, y la población se suele volcar hacia estos partidos para evitar los impuestos.  Por ejemplo en España, uno de los países más comprometidos en la crisis europea, la discusión se zanjó con una serie de medidas que incluyeron recorte de gastos y suba de impuestos –y todo el mundo puso el grito en el cielo- pero por ejemplo no se tocó un euro del presupuesto de la Casa Real ni de la Iglesia, cuando por ejemplo el Rey de España no se puede decir que dependa exclusivamente de ello ya que es un empresario con acciones en Repsol, entre otras mega empresas. Por su parte la Iglesia española sigue sin terminar La Sagrada Familia y acaba de gastar 50 millones de euros en la visita de Ratzinger. Buena parte de ellos destinados a los dispositivos de seguridad para que los indignados del 15 M no se lo coman crudo.
Obviamente la actitud de estos sensatos empresarios franceses también persigue un beneficio propio, pero no tuvieron ningún prurito en manifestar que “… quieren continuar beneficiándose del modelo económico y de bienestar francés y conscientes del clima europeo en el que se encuentran quieren contribuir a preservarlo”. O sea, estos tipos finalmente se dieron cuenta que para mantener el sistema “saludable” tienen que evitar que se coma su propia cola o dicho de otra manera, controlar la codicia antes de atragantarse al intentar comerse todo el pastel. 

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