Recopilación de las columnas publicadas en los últimos años en diferentes medios

Saturday, December 02, 2006

Pimba! - diciembre 2006 Ed. Reinicio

OTRA OPORTUNIDAD

La determinación de reiniciar es un acto de valentía.
Obviamente hay que saber distinguir un acto valiente de uno suicida, pero partamos de la base de la tendencia continuista que impera en nuestra sociedad.
Hay puntos de quiebre que se dan naturalmente y otros que provocamos. Un ejemplo “natural” sería el paso de la niñez a la adultez, donde nuestro relacionamiento con la gente y el entorno cambian radicalmente y la responsabilidad pasa a nuestras manos. Empezamos a ser dueños de las decisiones que tomamos y si estas rompen o no la continuidad.
Qué puede ser tan fuerte como para que reiniciemos? Casi siempre algo ligado a la muerte, real o figurativamente. Planteando, a su vez, un renacimiento.
Hace unos días vi la película “Ruido” y si bien tuvo muchas cosas que no me gustaron, comparto el concepto aportado y lo que ella transmite.
En la película queda plasmado muy claramente el concepto de reinicio a partir de una situación que te condiciona de allí en más, generalmente a raíz de un hecho trágico, a veces inexorable, y movilizador. También deja ese sabor amargo y real de tantas decisiones tomadas, principalmente por su ironía.
Quienes alguna vez pasamos por una situación similar e hicimos algo al respecto fue porque concluimos que la vida que llevábamos no valía la pena. También están aquellos que reniegan de algo y cambian, pero su condición de cornudo es más fuerte y terminan volviendo a lo mismo sin realizar un cambio significativo.
También puede suceder que intentemos reiniciar un vínculo con otra persona, plantearla en nuevos términos, pero estas no nos lo permitan pues ya nos encasillaron en un lugar de donde muy difícilmente nos saquen. Igualmente este cambio solo es posible si comenzamos por nosotros mismos. La ceguera de los demás ya deja de ser nuestro problema.
No hay que dejar de considerar lo difícil que resulta muchas veces provocar los cambios que necesitamos, por el riesgo que suponen y lo expuesto que nos dejan, pero tampoco hay que subestimar el perjuicio que supone mantener una situación que no nos satisface, sabiendo que en alguna parte hay algo que puede ser mejor.

Cuando escribimos un guión, un cuento o cualquier historia, un elemento clave para que sea interesante es que tenga ciertos puntos de giro, quiebres (o reinicios). Son momentos que desencadenan un cambio o evolución en el personaje y le provoca un desvío en su camino.
Estos puntos de giro, se encuentran en momentos clave de la historia pero son diferentes en cada una. No hay una receta, pero básicamente se dan cuando esta decae por su intrascendencia y uniformidad o bien, por un punto alto de tensión que la hace insostenible.
De nosotros depende llevar nuestra vida como un buen guión o una buena historia.
Y como pasa muchas veces, cuando la estamos construyendo en papel, no sabemos a donde nos puede llevar o cómo puede terminar pues está condicionada por el protagonista y los desdobles que vaya teniendo a lo largo de la misma.