La República 9 de julio de 2011

SILVIO BERLUSCONI: UNICORNIO AZZURRI

Silvio Berlusconi, Primer Ministro italiano, está pasando por uno de los peores momentos de su carrera política, que hasta el momento parecía inmune a todo. Luego de un breve pasaje por la primera magistratura, a mediados de los noventa, en 2001 recuperó su cargo y lo mantiene hasta hoy a pesar de las incontables sospechas y acusaciones que pesan sobre él, entre otras de tener fuertes vínculos con la Mafia calabresa, algún que otro fraude, abusos de poder y escándalos por prostitución de menores en los bacanales realizados en alguna de sus lujosas propiedades. El caso más sonado fue en 2009 y le costó el divorcio de su segunda esposa y una importante repercusión mediática -a pesar de ser el dueño o tener injerencia en la mayoría de los medios italianos- que tuvo como protagonista a una joven marroquí conocida como Ruby. En relación a este asunto también intervino personalmente para sacarla de la cárcel, según se dice argumentando que la menor era sobrina del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak y pretendía evitar un incidente diplomático. Pero en principio este escándalo, más que desaprobación del electorado, le valió la envidia de sus paisanos. Además, como titiritero multi-mediático también ha sumado algunas cuentas a su rosario, como cuando asumió el poder y despidió a varios periodistas y comediantes que le resultaban incómodos o cuando a raíz del escándalo antes citado, irrumpiera telefónicamente en un programa de uno de los pocos canales de TV que no son de su propiedad para desacreditar a sus comunicadores, con muy pocos modales de Cavalliere.

De todas formas parece que alguna de tantas gotas finalmente colmó el vaso y la paciencia de los italianos, ya que en mayo de este año, Berlusconi perdió las alcaldías de Milán y Nápoles, dos de sus principales bastiones, y hace unas semanas los italianos rechazaron por un abrumador 95% el vergonzoso referéndum cuyo paquete incluía por igual la renuncia a la energía nuclear y la posibilidad de que Berlusconi no debiera asistir a los  juicios que tiene pendientes, por cumplir funciones de Primer Ministro. Finalmente, en esta semana Il Cavaliere tuvo que dar marcha atrás una fraudulenta maniobra que favorecía a la Editorial Mondadori, otra de sus empresas, que a su vez fuera adquirida de forma cuestionable. Al descubrirse el fraude, su ministro de Economía y su abogado personal se desmarcaron del asunto, y sus aliados políticos de la Liga del Norte amenazan con votar en contra varias de las medidas que están en discusión en el parlamento, poniendo en jaque al Ejecutivo, y algunos ya aventuran que le queda solo hasta setiembre. Enhorabuena.

Moraleja: nuestros políticos –de todos los partidos- pueden ser cuestionables pero por suerte en éste, como en muchos otros aspectos,  aún estamos muy lejos del llamado “Primer Mundo”.