La República 14 de junio de 2011

ESTAMOS COMO EN EL 50

Para saber qué preocupa a los uruguayos, Interconsult hizo una encuesta preguntando cuáles son los principales problemas del país (teniendo la posibilidad de citar dos rubros) y el 75% incluyó la inseguridad, seguido muy de lejos (44%) por “los bajos sueldos y la falta de trabajo” y luego, con menos del 20% los siguen educación, pobreza y economía. Se podrán imaginar que la misma encuesta en medio de la crisis financiera del 2002 tuvo resultados totalmente diferentes (la referencia que encontré de la misma empresa es de 2004) y le asignaba a la inseguridad el 27% y los temas relacionados al empleo estaban en 80%, cuando la incidencia real de la criminalidad no se correspondiera en igual medida.No sé qué le falta a los uruguayos para dejar de lado las quejas constantes, si estamos como en nuestro mejor momento futbolístico! Salimos cuartos en el Mundial y hace unos días nos dimos el gusto de ganarle la revancha a los Holandeses. Peñarol está en la final de la Copa Libertadores y Nacional es el Campeón Uruguayo con lo más cercano al “jogo bonito” que se puede esperar de un equipo local. Pero dejando de lado el fútbol (aspecto determinante  en el ánimo de los uruguayos), nuestro país está exportando tanto o más que en la posguerra y de yapa, ahora parece que tenemos petróleo. Además, en la interna –empleando el arbitrario argumento de un ex presidente- en 2010 se vendieron más 0 km que nunca. Como quien dice, nos quejamos de llenos. 

En aquellos días de invierno del 2002 la única noticia policial de cierta relevancia fue aquella de la supuesta horda que se dirigía desde los barrios periféricos hacia el centro con intenciones de saquear todo a su paso. Y en los hechos no pasó de unos pocos incidentes anecdóticos. En cambio en los últimos años, la crónica policial dentro de los informativos tiene un enorme peso relativo debido al morbo y a que sirve para la confirmación de nuestros temores. Pero desde que Caín mató a Abel el ser humano teme por su seguridad. Claro que éste es un temor latente que aflora en algunos momentos en particular, entre otras cosas, cuando no se tiene otros motivos de preocupación. Si bien creo que hay un aumento real de la criminalidad, también estoy convencido que a la hora de evaluarla se nos va la olla. A veces, escuchando conversaciones sobre el tema, siento la tentación de preguntar si están hablando de Ciudad Juárez en lugar de Montevideo o si se confunden el Cerro con un morro de Río de Janeiro.

Pero volviendo a la década del 50, nuestras mayores preocupaciones eran la política internacional y la substitución de las importaciones mediante el fortalecimiento de la industria local. En aquel entonces veníamos con todo el viento en la camiseta pero la cagamos. Espero que en esta oportunidad sepamos bajar la pelota y no empecemos a patear contra nuestro arco.