La República 5 de julio de 2011
LOS
FORLAN, NUESTROS KENNEDY
Estados Unidos no tiene realeza, pero en más
de una ocasión se ha dicho que lo más parecido a ésta son los Kennedy. Esto me
llevó a pensar quienes podrían ser sus pares
uruguayos, y luego de considerar a los Batlle o los Lacalle Herrera -por su tradición
política- y alguna que otra familia patricia, llegué a la conclusión que hoy
nuestros Kennedy serían los Forlán. Si bien éstos no tienen la injerencia
política necesaria, a pesar que Diego sea embajador de Unicef y del Ministerio
de Turismo, él y su familia tienen otras características que los califican para
esta comparación.
Como Uruguay no tiene la tradición bélica
de Estados Unidos o los países monárquicos, las figuras que destacan en la
arena política suelen carecer de carrera militar que los catapulte, pero acá la
proyección se puede lograr desde el éxito futbolístico. Si bien tuvimos algunos
amagues de realeza con Enzo Francescoli (el Príncipe) o Ruben Sosa (el
Principito), ninguno de estos “nobles jugadores” llegó a nada en ninguna de las
cruzadas mundialistas de las que participaron. En cambio Diego Forlán es hoy la
principal figura de la selección uruguaya, liderando nuestra caballería hasta
las semifinales de Sudáfrica luego de 40 años de mediocridad, siendo elegido
además el mejor jugador del mundial. A su vez lo preceden dos generaciones
ilustres ya que es nieto de Juan Carlos Corazzo, técnico de la selección en el
mundial del 62; e hijo de Pablo Forlán, uno de los pocos futbolistas uruguayos
que fuera tres veces mundialista (66, 70 y 74).
Como en el caso de los Kennedy, con los
Forlán también pesa mucho la simpatía que la familia ostenta en su país. Entre
otras cosas porque también tienen en su historial un componente trágico debido
al accidente automovilístico sufrido por Alejandra, hermana de Diego, que se tradujo
más tarde en la creación de la Fundación Alejandra Forlán, dedicada a la
prevención de dichos accidentes y el apoyo a sus víctimas.
Otro elemento a considerar es su condición
de notoria familia acaudalada y educada en los mejores institutos. De hecho
Diego, como el hijo de JFK, es nuestro
“soltero más codiciado”, que ya cuenta con su primer escándalo amoroso. Pero
esta soltería comienza a preocupar a los uruguayos ya que todos estamos
esperando su vástago, quien será el depositario de nuestras esperanzas para el
ansiado Mundial de 2030, que Uruguay pretende organizar. Pero como en este
emprendimiento debemos asociarnos con Argentina tal vez sea conveniente
renunciar a las Jackie Kennedy uruguayas para unirlo urgentemente con la
Infanta Juanita de la casa real de los Legrand de Tinayre.
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