La República 19 de julio de 2011
DISCRIMINACIÓN
Y DOBLE DISCURSO
Esta forma de escrache pacífico, y
particularmente afectuoso, se concretó el sábado pasado con total normalidad con
la participación de cientos de personas. Digamos que el clima era ideal para una
explosión de cariño ya que los uruguayos estábamos sumamente alegres y
emocionados luego de ganarle por penales a Argentina, en otro de esos partidos donde
la adrenalina llega a niveles altísimos y la testosterona sube más que la
bilirrubina de Juan Luis Guerra. Los ingredientes estaban servidos para que se
transformara en una orgía masiva, sobre todo sabiendo que en toda manifestación
además de los militantes de la causa siempre se cuelan los típicos avivados,
dispuestos a “sacarle jugo” a la situación, pero tal vez el frío de la noche invernal haya
evitado que las cosas se salieran de cauce y de los pantalones. Pero más allá
del pintoresco evento, los discriminados también iniciaron acciones legales
contra el boliche, apelando al Estado para que sancione a sus homofóbicos
responsables. Al mismo Estado que por estas fechas está siendo denunciado por la
discriminación más ridícula que escuché: los funcionarios de los casinos no
pueden medir menos de un metro setenta!? Será porque si es más bajito no
alcanza a recoger todas las fichas de la ruleta? Si total lo pueden compensar con
solo ser un poco “mano-larga”. O será porque temen que cuando diga “no va más”
no vayan a imponer el respeto suficiente entre los apostadores compulsivos? Se
podría comprender una restricción a los aspirantes daltónicos que no logren
distinguir el rojo del negro. Incluso en
la policía -un caso más entendible por las exigencias físicas de algunas de sus
tareas- la estatura mínima requerida es inferior a la que exigen a los
funcionarios de Casinos. Pero para rematar el absurdo, según informaban los
denunciantes, el gerente del casino de Rivera que hacía la prueba de admisión,
medía a los aspirantes con las tapas de un CD (de 10 cm) ya que no tenía cinta
métrica.Hace unos días una pareja gay fue expulsada
de un boliche por darse un beso, simplemente por eso. El hecho lamentablemente
no es tan poco común como uno quisiera suponer a esta altura del campeonato,
pero tomó gran notoriedad gracias a que
en Facebook se convocó a una chuponeada masiva en la puerta del
local.
De todas formas no podemos dejar de
reconocer que el Estado ha mejorado poco a poco sus políticas discriminatorias
como por ejemplo al permitir el ingreso a homosexuales al ejército, una medida
que si se quiere es mucho más comprensible
-no justificable- y que le dio argumentos a los García Pintos de nuestro
país a desplegar por un rato todo su retrógrado arsenal. En cualquier caso es
claro que para ser juez en materia de discriminación es fundamental dar un buen
ejemplo cuando se es parte, y al Estado -como a la sociedad uruguaya en su
conjunto- aún le falta pulir unos cuantos detalles.
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