La República 15 de mayo de 2011 (día de la madre)
MOMMY’S
GOT A GUN
Los días previos al día de la madre, hijos
y esposos se devanan los sesos pensando el mejor obsequio para esa mujer que tanto ha hecho por nosotros, y
lamentablemente las opciones suelen repetirse y no logran expresar nuestros
sentimientos. Pero el otro día vi en la
tele la promoción de una escuela de tiro que ofrecía un curso con el slogan “Regalale
a tu mamá más seguridad”. Debido a la actual
“sensación térmica” esta novedosa oferta podría tener su gancho, aunque también
se me presentaron varias preguntas. La primera es cómo puede ser que un medio
difunda una suerte de publicidad sobre el uso de armas mientras se prohíbe cualquier
promoción de tabaco (porque el
cigarrillo mata!). Y en este caso está claro que el argumento de la
seguridad apunta a la capacitación dirigida al eventual uso de armas contra
otra persona.
Claro que esta oferta también detonó
especulaciones sobre futuras promociones. Para el día del padre tendremos el
combo Charles Bronson “Para un papá dispuesto
a todo para vengar su familia”. Y para el día del niño se podrá regalar a los
hijos un curso para el uso de “chumberas” que incluye una cajita feliz, llena de balas de salva.
Pero volviendo al día de la madre, yo me
pregunto quién sería capaz de hacer ese regalo. Me cuesta creer que un hijo quiera tener una
madre armada y con puntería cuando llega con el boletín de calificaciones con
la mitad de las materias bajas o cuando pretenda quedarse con el vuelto del almacén. Tampoco conozco a
ningún marido capaz de instruir en el manejo de armas a la mujer que puede esperarlo en vela (y de mal humor)
una noche que llega muy tarde y con unas copas de más. Obviamente también
descarto al yerno y a la suegra… a menos que ella también haya recibido el
mismo obsequio y pretenda zanjar sus diferencias en un duelo a diez pasos.
Ahora imaginemos cómo cambiarían algunas
discusiones cotidianas. Por ejemplo mamá zanjando una discusión sobre nuestra
obligaciones “Hacete la cama o te dejo como un colador” o a tu padre
defendiéndola de tu insolencia “Hablale bien a tu madre que está armada y ya
sabés cómo se pone”. Además, ahora que sabe manejar un arma, lo más lógico es
que salga con ella a la calle, donde el peligro es más frecuente. Todos sabemos
que la llevará en el desordenado
cambalache que es su cartera, así que cuando llegue a un local de pagos y empiece
a sacar sus cosas en busca de la factura correspondiente, es posible que ponga
su arma sobre el mostrador. Situación embarazosa, no les parece?
No sé ustedes, pero se me ocurren cientos
de opciones mejores para demostrarle amor a una madre. A fin de cuentas sabemos que se conforman con
poco, solo basta que sea un gesto cariñoso y agradecido por todo lo que nos ha dado. Si bien hoy no
tengo a mi madre, aún me sostengo en los pilares que ella me dejó y ninguno de
ellos admite la posibilidad de emplear un arma contra otra persona.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home