Recopilación de las columnas publicadas en los últimos años en diferentes medios

Sunday, August 26, 2012

La República 15 de mayo de 2011 (día de la madre)


MOMMY’S GOT A GUN

Los días previos al día de la madre, hijos y esposos se devanan los sesos pensando el mejor obsequio para  esa mujer que tanto ha hecho por nosotros, y lamentablemente las opciones suelen repetirse y no logran expresar nuestros sentimientos. Pero  el otro día vi en la tele la promoción de una escuela de tiro que ofrecía un curso con el slogan “Regalale a tu mamá más seguridad”. Debido  a la actual “sensación térmica” esta novedosa oferta podría tener su gancho, aunque también se me presentaron varias preguntas. La primera es cómo puede ser que un medio difunda una suerte de publicidad sobre el uso de armas mientras se prohíbe cualquier promoción de tabaco (porque el  cigarrillo mata!). Y en este caso está claro que el argumento de la seguridad apunta a la capacitación dirigida al eventual uso de armas contra otra persona.
Claro que esta oferta también detonó especulaciones sobre futuras promociones. Para el día del padre tendremos el combo Charles Bronson  “Para un papá dispuesto a todo para vengar su familia”. Y para el día del niño se podrá regalar a los hijos un curso para el uso de “chumberas” que incluye  una cajita feliz, llena de balas de salva.
Pero volviendo al día de la madre, yo me pregunto quién sería capaz de hacer ese regalo.  Me cuesta creer que un hijo quiera tener una madre armada y con puntería cuando llega con el boletín de calificaciones con la mitad de las materias bajas o cuando pretenda  quedarse  con el vuelto del almacén. Tampoco conozco a ningún marido capaz de instruir en el manejo de armas a la mujer  que puede esperarlo en vela (y de mal humor) una noche que llega muy tarde y con unas copas de más. Obviamente también descarto al yerno y a la suegra… a menos que ella también haya recibido el mismo obsequio y pretenda zanjar sus diferencias en un duelo a diez pasos.
Ahora imaginemos cómo cambiarían algunas discusiones cotidianas. Por ejemplo mamá zanjando una discusión sobre nuestra obligaciones “Hacete la cama o te dejo como un colador” o a tu padre defendiéndola de tu insolencia “Hablale bien a tu madre que está armada y ya sabés cómo se pone”. Además, ahora que sabe manejar un arma, lo más lógico es que salga con ella a la calle, donde el peligro es más frecuente. Todos sabemos que la llevará  en el desordenado cambalache que es su cartera, así que cuando llegue a un local de pagos y empiece a sacar sus cosas en busca de la factura correspondiente, es posible que ponga su arma sobre el mostrador. Situación embarazosa, no les parece?
No sé ustedes, pero se me ocurren cientos de opciones mejores para demostrarle amor a una madre.  A fin de cuentas sabemos que se conforman con poco, solo basta que sea un gesto cariñoso y agradecido  por todo lo que nos ha dado. Si bien hoy no tengo a mi madre, aún me sostengo en los pilares que ella me dejó y ninguno de ellos admite la posibilidad de emplear un arma contra otra persona.

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