FREEWAY - mayo 2005
LA VERDAD DE LA MILANESA
Los uruguayos que triunfan en Hollywood son un fenómeno relativamente nuevo ya que recién el año pasado Charlone recibió una nominación al Oscar y Drexler obtuvo este año el tan preciado galardón. Pero se desconoce la labor de otros, como quien escribe, que comenzamos a transitar este camino sin el reconocimiento correspondiente, padeciendo el desprecio y el abuso de la industria.
Particularmente en mi caso, puede decirse que fue aún peor pues ni siquiera he figurado en los créditos, a pesar de ser el autor de los guiones de varios éxitos de taquilla.
Ustedes pensarán “y este pelotudo, cómo es posible que no haya reclamado?” Pero no se crean que es tan fácil y que los responsables de los mega estudios son tontos. Ellos toman un guión y le hacen las suficientes modificaciones para que figure como propio y no puedas hacer nada al respecto.
Además, esta es la primera vez que un medio me da un espacio (y agradezco la valentía de Freeway) para hacer públicas las tramas originales de algunas de las superproducciones que hicieron capote en los últimos años.
Hoy por ejemplo, develaré la verdadera historia de “Titanic”, que en realidad tenía el título sublime de “El enorme barco que chocó en medio del océano”.
La historia comienza igual. En la actualidad, unos buscadores de tesoro que investigan el Titanic descubren una caja fuerte pensando que en su interior hay una joya valiosísima, pero en su lugar encuentran el dibujo de la mujer que lo portaba.
Esta mujer, sobreviviente del hundimiento, ve la noticia por TV y se comunica con ellos para ir hasta allí y contar su historia a fin de reconstruir los hechos y así encontrar el diamante... y darle un desarrollo a la película.
Pero aquí comenzará la grosera manipulación del guión, que devino en la trivial historia que ustedes vieron en el cine.
En la recreación, a modo de flash back, vemos como su madrastra, de familia rica pero venida a menos y su prometido llevan a esta chica a Estados Unidos para prostituirla. Era una especie de cenicienta y le hacían limpiar todo el día como una esclava, pero a ella eso mucho no le iba.
Durante el viaje conoce a un tipo que dibuja en la cubierta de 3ª clase. Él es un chico de origen humilde que había ganado su boleto en una partida de mosqueta a un pobre viejo ciego y pretendía triunfar en Estados Unidos con una publicación de ilustraciones pornográficas.
En determinado momento ella tiene una discusión con su madrastra que colma su paciencia y decide suicidarse pero cuando está a punto de tirarse al mar, aparece el muchacho para rescatarla aplicando sicología inversa.
Luego del incidente comienza el romance. Ella le cuenta su desventura y él le muestra sus dibujos eróticos y le habla de sus proyectos, fascinándola con su arte y su libertad. Obviamente esto atenta contra los intereses de su madrastra y su novio que, como buen proxeneta, tiene un guardaespaldas a quién le ordena tirar al pibe del barco como estilaban los piratas, haciéndolo caminar por el trampolín. De esta idea malversada luego surgió la escena de la pareja en la proa, con el “rey del mundo” y toda esa paparruchada de la libertad.
En la versión original, luego que él zafa del matón con el clásico “mirá una vaca volando!”, va a la pieza de la chica, con la excusa de retratarla desnuda con la joya. Y de hecho lo hace, aunque llega a un estado de excitación considerable, pero deben escapar antes que llegue el guardaespaldas, que hasta el momento estaba en cubierta mirando al cielo y preguntando a los pasajeros si habían visto a la dichosa vaca.
En la búsqueda de un lugar para consumar su pasión, recorren todo el barco y terminan en un rincón oscuro de la cubierta y no empañando los vidrios de un auto, como se vio en la película. Esto lo cambiaron los productores porque los yankis no entienden que la gracia de ir al Kibón no está en el auto sino en la vista, o no?
Y bueno, así fue que los vigías se distrajeron espiándolos y no pudieron evitar el choque con el pesquero hebreo “Iceberg”.
Con el tiempo llegué a creer que esta parte no les gustó y provocó que me patearan el culo, aunque no sé porqué, ya que podríamos haber mostrado una tragedia mucho mayor y todos sabemos que eso vende.
En fin... en mi versión, luego del hundimiento de ambos barcos, ella logra salvarse en un bote salvavidas que llevaba buena parte de la marinería del pesquero y por suerte le cayó muy bien a todos y se hizo varios amigos. Por su parte, el muchacho también es rescatado en un bote con marineros del pesquero pero finalmente decide tirarse al mar puesto que se estaban poniendo cariñosos y temía que descubrieran la joya robada, que había escondido cual Papillón.
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