Recopilación de las columnas publicadas en los últimos años en diferentes medios

Tuesday, September 26, 2006

FREEWAY - octubre 2004

LA VIDA POR DELANTE

El título de esta columna suena prometedor. También interrogante.
Sin más, nos enfrenta a una reflexión que no acostumbramos hacer, pero que no está de más plantearse cada tanto: Hacia donde vamos o mejor dicho, hacia donde nos llevan?
Cuando uno está enfrascado en la diaria, tratando de cumplir con todas las obligaciones que asume con la idea de “progresar”, hacia lo único que progresa es a una úlcera en base a café, cigarrillos y mate, sumados a incontables calenturas y muchas menos horas de sueño.
El problema es que constantemente nos sobrepasa la ansiedad, incluso al punto de perder de vista el objetivo de todo ese esfuerzo. A lo sumo, muy de vez en cuando, nos guiamos por nuestro estomago que nos recuerda aquellas cosas que nuestros principios no nos permiten.
Todo esto podemos aderezarlo con una pareja o algún integrante de la familia que, en los momentos más inoportunos, terminan por descompensarte con actitudes inexplicables o injustificadas. Por supuesto, también queda en evidencia nuestra incapacidad de responder a nuestro entorno afectivo en su debida forma una vez que comenzamos a perder el tacto.
Obviamente, esta situación no se sostiene por mucho tiempo. Llega un punto donde nos salta la térmica y padecemos algún tipo de crisis que nos convierte en seres apáticos, desorientados y en consecuencia solitarios, porque el resto de la gente seguirá igual hasta que llegue a su punto de saturación.
A estas alturas, quienes no apelamos a los manuales de autoayuda, a Cohelo o a la Iglesia Universal por considerar que pueden causarnos un daño irreversible,
tratamos de engañar la angustia buscando excusas para no llegar a casa y con un poco de suerte, encontrar algún otro espécimen que esté en la misma que uno.
En cualquier caso, esta no es una opción aconsejable si se repite una y otra vez o si se perpetúa. Entonces, me pregunto porqué nos resulta tan difícil escuchar a tiempo nuestra propia alarma y tirar el ancla sin culpas. Quedarnos en casa tranquilos, con un poco de música y leyendo un buen libro o viendo una película y decirle a la vida que nos queda por delante, que espere un ratito, si total... ahí va a estar.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home